6ª Jornada
Turkish Airlines Euroleague.
Pabellón de la Paz y la Amistad.
Los locales lo tienen todo hecho y los visitantes lo tienen casi todo perdido en un partido con claro color local.
El VBC cuenta con una única victoria en su casillero y su clasificación para la siguiente ronda se presenta harto complicada. La fortuna de estar encuadrado en un grupo tremendamente igualado le da opciones de pasar a la siguiente ronda aunque ya casi no depende de sí mismo.
El principal escollo que tendrá que salvar el quinteto taronja no será el ambiente del pabellón, lleno como siempre de enfervorecidos helenos, ni la calidad de los jugadores del Pireo ateniense, ni el juego en equipo. Será su incapacidad para competir los partidos en su totalidad. Si no consigue mantener la intensidad, la agresividad y la ambición durante los 40 minutos, la debacle puede ser antológica y el correctivo, muy severo.
Las bajas pueden ser excusa para la derrota, pero no para no competir el partido. Demostrar a los demás pasa por demostrarse a sí mismos que lo apretado del marcador en el partido que abría la competición no fue flor de un día. Toda la teoría baloncestista de la circulación de balón, de la alternancia de juego interior y exterior, de la defensa del rebote, de la anticipación defensiva, de nada vale cuando el ánimo y la voluntad de darlo todo no son lo que deberían ser. Jugadores que hacen la guerra por su cuenta, jugadores que no aportan lo que deberían y las extrañas rotaciones de Perasovic son elementos de un todo que está a años luz del equipo que hace apenas medio año maravillaba con su baloncesto.
No se puede echar por la borda un cuarto, ni tirar más tiros de tres que de dos, ni defender todos los bloqueos por detrás. En Euroliga, la posibilidad de revertir todas esas situaciones es muy remota y menos en canchas como la de Olympiacos.
No puede faltar la motivación, ni el miedo a ganar. Si estuvieron a punto una vez, pueden repetirlo de nuevo. Una victoria sería el mejor de los bálsamos posibles, el casi único remedio a una situación próxima al enquistamiento. El tren pasa y los vagones se acaban. En las manos " taronja " está el subirse o dejarlo ir casi definitivamente.
Foto: deportevalenciano.com
Escrito por @vicentsarrion
No hay comentarios:
Publicar un comentario